FUNDACIÓN DE INCCA
En el período inicial de gestación, el contexto general del país estuvo caracterizado por la recuperación de la democracia (octubre de 1982) después de haber permanecido 18 años con regímenes militares, en el que se proscribieron las libertades y los más elementales derechos ciudadanos. El régimen democrático, instaurado a partir de octubre de 1982, se caracterizó por una crisis económica expresada en una elevada tasa de inflación (la más alta registrada en la historia de Bolivia) y una inestabilidad política expresada en un flujo de movilizaciones de amplios sectores sociales que demandaban todo tipo de reivindicaciones. En los años 1982/83 la presencia cíclica del fenómeno del niño, en el país, provocó uno de los efectos climáticos más devastadores y desastrosos: una aguda sequía que arrasó con toda la producción agrícola, particularmente en la región del Cono Sur y del Valle Alto.
El año 1984, frente a los desastres provocados por la sequía y ante la necesidad de consolidar la democracia recientemente recuperada de manos militares, se conforma un comité interinstitucional, con el propósito de implementar un Plan de Emergencia contra la sequía. INEDER Como parte de este Comité tiene la responsabilidad de ejecutar un proyecto de este Plan en la zona de Vacas. Sin embargo, también se encontraba ejecutando el camino Vacas-Pocona, y realizando puntualmente actividades de capacitación sindical.
La ejecución del proyecto Ch’aki Wata, prácticamente se convierte en el origen de INCCA. En abril de 1985, se inicia este proyecto de apoyo al desarrollo rural con un sustento e inspiración política, como un instrumento que formaba parte de un proyecto político mayor orientado a impulsar procesos de transformación de las estructuras socioeconómicas del país, a partir del fortalecimiento de las organizaciones campesinas.